Alto Rendimiento

[siteorigin_widget class=”Thim_Our_Team_Widget”][/siteorigin_widget]

“Cuando estaba jugando mejor, no estaba intentando controlar mis golpes con auto instrucciones y evaluación. Veía la pelota claramente, escogía dónde quería pegarla, y dejaba que ocurriera. Sorprendentemente, los golpes eran más controlados cuando no intentaba controlarlos”. Tim Gallwey

El Alto Rendimiento sobreviene cuando tú piensas en grande, del exceso de un buen entrenamiento, de una buena planificación, de aprender de los errores, de la disciplina,  de entrar en un proceso reforzador de crecimiento o bola de nieve, que te lleva a un nivel de conciencia mayor, a un nivel de especialización mayor.

Es cuando notas que has subido un escalón más.

El Alto Rendimiento sobreviene cuando después de un esfuerzo grande te relajas. A todos los genios le llegó así su iluminación, su gran idea. En ese momento has de tener tu libreta de ideas brillantes, un boli y apuntar. Si apuntas alto ¿a dónde vas a llegar? Si quieres llegar a la cima ¿dónde deberás apuntar? si apuntas sólo a la base de la montaña de ahí no pasas.

Maestría

El Maestro ha integrado los fundamentos en la competencia inconsciente y es por eso que hace su arte fácil y elegantemente. Esas distinciones que te vienen a la mente, cuando te relajas, serán las fundamentales, las que te llevan al siguiente nivel. Como dice un amigo mío, has de ser resilente, y dar el bote que te lleve al tope.

Un Maestro como Rafa Nadal, por ejemplo, tiene muchos niveles; en los entrenos tiene una marcha, en las primeras rondas pone otra, y cuando le aprieta un grande como Federer, pues tiene otras. A un Campeón tendrás que apretarle si quieres ver su máximo nivel, sino le aprietas se aburre o te pasa la apisonadora.

Subir los Estándares

Un entrenamiento de alto rendimiento te llevará a subir tus estándares, a que tus creencias se vuelvan fuertes y positivas y a que poco a poco vayas desarrollando la certeza del ganador y la identidad del Campeón poniéndote fuerte desde dentro hacia afuera. Todo lo que consigues fuera lo has conquistado primero dentro, por eso el objetivo es conquistarte a ti mismo en primer lugar.

La identidad del Campeón te viene cuando te viene, cuando te dices:

– Si ese está el número uno, ¿Por qué yo no? Y vas a por él.

Los demonios externos

En realidad  Tú ya eres un Campeón, siempre lo has sido. Pero en muchas ocasiones se nos olvida, o la sociedad, la gente de a tu alrededor, te lo reprime. Los envidiosos y los fracasados, los que ya han tirado la toalla, o una educación rígida y excluyente y sin valores claros, así como algunos padres, son los que convierten, en la mayoría de los casos, nuestros grandes pensamientos en polvo.

Hambre de Aprendizaje

Pero algunos sentimos el hambre y queremos llevar nuestra vida al siguiente nivel.  Todos somos Campeones, en potencia, y cada cuál consigue su excelencia a su manera. No dejes que nadie te diga lo que tú eres capaz de hacer y no hacer, mejor lo decides tú mismo/a.

El poder del cerebro

La realidad es que nuestro neocórtex y nuestro cerebro, al completo, es como una semilla que tiene el potencial de convertirse en un roble majestuoso que aguanta cualquier tempestad, sus raices y su copa son una red interconectada.

Cuando utilizas el poder del enfoque te vuelves como Un Láser Cuántico y focalizas tu atención ahí, esa parte del sistema nervioso se especializa y se fortalece.

Hay variables del alto rendimiento que son innatas y otras que sobrevienen como consecuencia de la persistencia en el entrenamiento y en la investigación.

Resilencia

“El rebote que te lleva al tope”

La característica más definitoria de los campeones no es hacer algo muy bien simplemente sino ser capaces de tirar para adelante cuando las cosas te están yendo mal. Cuando tu contrincante te está dando una paliza y estás muerto de miedo.

– ¡Ahí es donde yo te quiero ver!.

Si eso es algo innato o aprendido, todavía no lo he descubierto, pero siempre he pensado que todo se puede entrenar y todo se puede aprender, pero depende de variables y diferencias muy sutiles en la conciencia, en la creencia en uno mismo, en el optimismo y el pensamiento generativo.

En creer que las cosas pueden crecer y evolucionar de forma cada vez más compleja. Es una autopista de dos carriles cuanto más entrenas más se manifiesta tu talento y si no entrenas pues se atrofia. Cuando te entrenas de forma mental tu anatomía cerebral mejora.

Hace poco fui a entrevistar a un Campeón del Mundo, Juanito García, Campeón de Kickboxing en 2010 en la FKN. Y le pregunté: – ¿Un guerrero, cuando le están pegando, qué piensa?

Mohamed Ali, contra Foreman, en Nigeria, aguantó 8 asaltos sobre las cuerdas recibiendo golpes.

Y durante esos 8 asaltos le hablaba y le decía:

– “Soy ese tipo de hombre al que vas a tener que matar antes de ganarme”. Porque yo no te voy a dejar ganar!”.

– Bueno, Ali son palabras mayores. Es el más grande en el boxeo lo nuestro es una disciplina diferente.

Yo con la entrevista quería que saliera el campeón así que poco a poco le fuí provocando.

Le dije: –  ¿ Tú cómo ves eso de tirar la toalla?

Me dijo, como entrenador puede que le ayudes y al día siguiente lo podáis reflexionar  y llegar a la conclusión de que fue lo más adecuado.

Insistí:

– ¿Pero cómo luchador qué piensas?

– ¡Como luchador pienso que la toalla sirve para limpiarse la cara!.

UUUUUUHHHH… Si a un Campeón le pinchas, salta. Y eso pasó, le pinché y saltó.

Lo que más ayuda a los Campeones son los entrenamientos, un entorno tranquilo y saludable de relaciones.

Los entrenos te ayudan a desarrollar  Confianza, que se va acumulando con cada error superado y con cada Victoria.

Al igual que los diamantes los campeones se hacen mediante repetición y presión.

En una ocasión Edison y su ayudante estaban trabajando en lo que hoy conocemos como bombilla. Llevaban más de 998 intentos fallidos. Edison estaba emocionado con su siguiente intento. Llevaba consigo una libreta para apuntar a través de la contrastación y la experiencia. Su ayudante sin embargo que había luchado como un campeón por trabajar cerca de Edison parecía cansado. Para él eran ya 998 fracasos a sus espaldas. Sin que se percataran entró aire en el tubo de la bombilla y cuando la intentaron encender explotó. Lo hizo tan fuerte que el los nervios del ayudante “estallaron” también, acto seguido se levantó con los pelos chamuscados y le espetó:

– “¡Ya no aguanto más!, 998 fracasos, y encima has estado a punto de matarme”.

Cuando pudo mirarle, Edison, estaba ahí enfrente, con cara de obsesionado, chamuscado, y escribiendo en su libreta como un poseso. Y eso todavía enfureció más al ayudante.

–“Y tú además ahí escribiendo en la libreta” – le dijo indignado – ¿Se puede saber qué escribes?”

– Edison, que apenas le estaba prestando atención, por no perder el hilo de sus pensamientos – le dijo:

– ”Ahora entiendo la forma en que una bombilla explota cuando le entra aire y de la no conveniencia de este hecho para la integridad de la tripulación de la investigación”.

En apenas un intento más, la bombilla que utilizamos hoy se encendió. Pero fueron necesarios todos esos intentos fallidos.

Habiéndome acercado a los Campeones y a los Entrenadores de los mismos me he tenido que enfrentar a situaciones duras. Los Campeones son gente dura y a su alrededor en ocasiones ocurren cosas duras, por eso están ahí.

Persistencia y Aprendizaje

“Los fracasados ven los fallos como algo que seguirá ocurriendo en el futuro, sin remedio, los campeones, ven los errores como una oportunidad de aprender. De hecho, en ocasiones fuerzan el error para aprender más”

La Persistencia es la actitud y la habilidad de no abandonar, pase lo que pase, cada intento fallido es un aprendizaje. Es el ingrediente número uno de los Campeones, y abandonar el ingrediente número uno de los fracasados/as, o los que fracasarán. Lo que deberían saber las personas que piensan en abandonar es que: “Abandonar es la única forma de fracasar”.

En los momentos de dificultad, saber tratarte a ti mismo/a con educación, con respeto y valorar que lo que estás haciendo vale la pena y es importante. Enfocarte en lo que sí funciona y apoyarte en ello. En ese sentido, puedes hacerte buenas preguntas, establecer un buen diálogo constructivo contigo mismo/a.

¿Qué está pasando, qué puedo mejorar, qué acciones puedo emprender para mejorar mi rendimiento con respecto a esta persona?

¿qué recursos necesito para sobreponerme a esta situación?

Esas son algunas preguntas que presuponen lo que tienes que hacer para aprender y estirarte más allá de tus limitaciones.

Nos vemos en la Cumbre

Esteban Cuéllar, fragmento de su libro Juego Mental de Alto Rendimiento®2013